Acantilados de Kalaupapa
La salvaje costa norte de Molokai ofrece un espectáculo etéreo de los verdaderos acantilados marinos más altos del mundo, que, según diversas normas, se elevan prácticamente perpendicularmente desde el océano hasta alturas que oscilan entre los 600 y los 1.010 metros sobre el nivel del mar.
Rivaliza con otros arrecifes aún más altos de Nueva Zelanda, pero éstos cuentan como montañas y no como acantilados marinos puros según los estándares geográficos.
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Mucho más accesibles son los octavos arrecifes más altos del mundo en la costa de Na Pali, que se encuentra en la vecina isla de Kauai.
Los más altos del mundo
En el Libro Guinness de los Récords figura Umilehi Point como el acantilado marino más alto del mundo , con 1.010 m sobre el nivel del mar y una elevación media de 55°.
Sin embargo, no es posible llegar directamente al arrecife más alto, no hay carreteras ni rutas de senderismo que lleven hasta él. La única forma de ver los acantilados más altos es viajar al histórico pueblo de Kalaupapa, en la península del mismo nombre, desde donde se pueden ver los acantilados.
Otra opción son los vuelos turísticos en helicóptero desde Maui (ninguna compañía turística tiene base en Molokai), con precios que rondan los 340 usd por vuelo turístico (por ejemplo, Sunshine Helicopters, Blue Hawaiian Helicopters o Maverick Helicopters).
La última opción menos segura es un vuelo regular de Mokulele Airlines desde el aeropuerto de Kahului (Maui) al de Molokai, que puede seguir una ruta alrededor de los arrecifes.
Si se vuela a Molokai, los acantilados se ven a la izquierda; si se vuela a Maui, a la derecha. Sin embargo, depende de la dirección del viento y algunos vuelos toman la ruta sur, lejos de los acantilados. El billete de ida más barato cuesta 85 usd.
Vista desde el Parque Estatal de Palaʻau
Los acantilados al oeste de la península de Kalaupapa son bien accesibles con una altura de "sólo" 600 pies sobre el nivel del mar.
En el Parque Estatal de Palaʻau, encontrará un hermoso mirador justo al borde del acantilado que cae prácticamente perpendicular debajo de usted hacia las profundidades del Pacífico.
Es fácil llegar en coche; a pocos pasos del mirador, la carretera 470 termina en un pequeño aparcamiento gratuito (ver ubicación en el mapa). Tampoco hay que pagar para entrar en el Parque Estatal de Palaʻau.
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