Si busca una playa realmente solitaria que no esté demasiado concurrida ni siquiera en temporada alta, diríjase al suroeste de la isla.

La playa de Limni, de varios kilómetros de longitud y que desemboca libremente en la de Apolakkia, le recibirá con arena gruesa en algunos lugares, guijarros en otros y, sobre todo, vacío.

No hay bares, hoteles ni restaurantes, sólo una playa de 6 km, el mar y el sol.

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La entrada al mar es gradual, pero en la costa oeste suele haber olas más grandes. Sólo ocasionalmente se alquilan sombrillas y tumbonas cerca del aparcamiento, por unos 10 euros al día.

Hay plazas de aparcamiento a lo largo de toda la playa; se puede aparcar gratis en cualquier sitio.

A la playa sólo se puede llegar en coche, no hay conexión de autobús.