La Royal Mile es la vía histórica de Edimburgo y posiblemente la calle más famosa de Escocia. Tiene una longitud aproximada de 1,8 kilómetros y es la calle más famosa del Reino Unido, con dos edificios emblemáticos: el Castillo de Edimburgo en la cima y el Palacio de Holyroodhouse en el otro extremo.

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Es una calle por la que respira la Edad Media, por la que pasearon monarcas escoceses, presidiarios, pero también poetas famosos, filósofos y J.K. Rowling.

Una visita a Edimburgo sin un paseo por la Royal Mile sería como saltarse la Torre Eiffel en París. Es un lugar donde la historia se funde con el presente, y cada edificio, pasaje y adoquín tiene una historia que contar.

El corazón medieval de la ciudad

La Royal Mile no es una calle, sino un conjunto de cuatro calles históricas: Castlehill, Lawnmarket, High Street y Canongate.

Cada una tiene su propio carácter y significado. Encontrará iglesias góticas, casas adosadas, antiguos palacios de justicia, pero también callejuelas estrechas llamadas "closes" y "wynds" que discurren entre los edificios principales y a menudo conducen a patios interiores o pequeños patios.

El elemento dominante de la parte alta es la catedral de St Giles, centro espiritual de la Iglesia de Escocia. También está la John Knox House, la supuesta casa del famoso reformador, y el moderno Parlamento escocés en la parte baja de Canongate. La Royal Mile está impregnada de historia, pero también llena de vida: suena música, actúan artistas callejeros y se celebran festivales y mercados durante todo el año.

Tiendas, comercios y ambiente

La Royal Mile es un paraíso para los amantes de los souvenirs escoceses. Encontrará tiendas especializadas en tartán escocés, kilts, whisky, shortbread o cristal. Pero junto a ellas hay galerías independientes, tiendas de antigüedades y boutiques temáticas.

A cada paso encontrará pubs tradicionales que sirven haggis y cervezas locales, así como cafés y restaurantes con un toque moderno. También merece la pena hacer una parada en alguno de los pequeños museos, como el Museo de Edimburgo o The People's Story, que narran la vida cotidiana de la ciudad a lo largo de los siglos.

En verano, la Royal Mile es el epicentro del Festival Fringe de Edimburgo: miles de artistas actúan gratis en plena calle, creando una atmósfera indescriptible que perdurará en la memoria.

Información práctica e itinerario

La Royal Mile es totalmente accesible a pie y el paseo desde el castillo hasta el palacio de Holyroodhouse dura aproximadamente 30 minutos, sin detenerse. Pero eso sería un error: cuente con varias horas si quiere empaparse del ambiente, visitar los lugares de interés, sentarse a tomar un café y descubrir las calles laterales.

Se recomienda empezar en el Castillo de Edimburgo e ir bajando, no sólo por las vistas, sino también por el menor esfuerzo físico, ya que el camino de vuelta es una larga subida.

La Royal Mile está iluminada, es segura incluso por la noche y su céntrica ubicación la convierte en una base ideal para pasear en todas direcciones, tanto si se dirige a Grassmarket, Calton Hill o New Town.

Consejos para la visita

Aproveche la entrada gratuita a algunos museos (por ejemplo, el Museo de Edimburgo).
Si quiere escapar de las multitudes, diríjase a la Royal Mile a primera hora de la mañana o por la tarde, después de las 20:00.
No olvide echar un vistazo a las calles laterales y pasadizos: allí se esconden a menudo las experiencias más interesantes (por ejemplo, Mary King's Close).
En verano, visite el lugar dos veces: una durante la parte más tranquila del día y otra durante el Festival Fringe para comparar el ambiente.
Otra parada interesante es Camera Obscura and World of Illusions, en Castlehill, una divertida exposición interactiva con vistas de la ciudad.